¿Alguna vez te has preguntado cuál es la influencia de la música en el paladar? ¿por qué tienes ese feeling de pasarla chido con tus amigos o tu ligue cuando solamente están comiendo unos tacos pero de fondo están las rolas que les gustan?
Bueno, pues eso tiene una explicación. La comida es una experiencia multisensorial, quiere decir que nuestros sentidos del olfato, el gusto, el tacto y la vista se combinan para crear una experiencia culinaria bien rifada y completa. Sin embargo, hay un sentido que hace que el impacto que percibimos del sabor de los alimentos se sienta más cañón, así es señores, nos referimos al oído.
La influencia de la música puede afectar nuestra percepción del sabor de los alimentos de diferentes maneras.
La música tiene la capacidad de modular nuestras emociones y nuestro estado de ánimo, y estas emociones influyen en cómo percibimos los sabores. Por ejemplo, la música enérgica y alegre, nos hace mejorar la experiencia cuando estamos tomando una buena coctelería, pero cuando estás en la noche de despecho y empieza a sonar “estabas feliz besándola a ella, así como antes me besaba’ a mí…” de Karol G, nuestros sentidos y el sabor se empieza a elevar en los sabores salados.
Un dato curioso es que, además, la música puede afectar en nuestro ritmo de masticación de unos buenos tacos y la velocidad con la que tomamos los chupitos, lo que también genera influencia en cómo experimentamos el sabor.
La influencia de la música puede alterar significativamente nuestra percepción del sabor y la textura de los alimentos. Existen estudios que han demostrado que las melodías suaves y armoniosas tienden a realzar la percepción de la dulzura en los alimentos, mientras que los sonidos más agudos y ritmos rápidos pueden intensificar las notas amargas.
La influencia de la música en el apetito y el consumo de los alimentos es otro aspecto intrigante de esta relación. La música relajante, con un tempo lento, puede crear un ambiente calmado que te invita a comer más despacio y poder saborear la comida tan deliciosa favoreciendo la digestión.
La interacción entre la música y la comida es una sinfonía de experiencias sensoriales que trasciende brutalmente. Esta relación profundamente arraigada en la psicología humana revela cómo nuestros sentidos están interconectados, influenciando mutuamente nuestras percepciones y emociones.
Si eres de los que baila cuando le sirven la comida, la Trompe es tu lugar.
No solamente encontrarás unos buenos tacos y unos buenos cocteles al 2×1, en la Trompe vas a vivir una experiencia que hará que tus sentidos vibren en todo su esplendor.
¡Te esperamos con los brazos abiertos, la mejor comida, los mejores drinks y la mejor música!